
A los líderes del bloque de unidad y a todos los candidatos de oposición,
Nos encontramos en un momento crítico para Bolivia, uno que demanda una profunda reflexión sobre los últimos acontecimientos en nuestra lucha común. El tiempo es corto, y la situación que enfrentamos es grave. No podemos darnos el lujo de continuar alimentando divisiones basadas en egos o ambiciones personales. Hoy, más que nunca, el país necesita que fijemos nuestra mirada en lo realmente importante: el futuro de nuestra nación.
Ante los últimos acontecimientos en el bloque de unidad cada uno de nosotros ha expresado sus puntos de vista, a favor o en contra (me incluyo), y es hora de reconocer que nuestras opiniones, aunque valiosas, no son más importantes que la urgencia del momento . La población, ansiosa de un cambio real, no puede permitirse ser arrastrada por los egos y las soberbias de los candidatos. En este contexto, cada uno debe asumir la responsabilidad de sus acciones y la forma en que estas impactan a la nación. ¡Demos vuelta la página!
Hago un llamado no solo a los miembros del bloque de unidad, sino a todos los candidatos de oposición, para que se unan en este esfuerzo. La unidad es fundamental en la búsqueda de una verdadera democracia. Si logran consolidar un frente único, todos serán considerados héroes por haber contribuido a la recuperación de la democracia y la esperanza de nuestro pueblo ¿o no es eso lo que pregonan?
Los recientes desacuerdos dentro del bloque de unidad amenazan el bienestar colectivo de millones de bolivianos que anhelan un cambio. Cada uno de ustedes tiene el deber de dejar de lado posiciones obstinadas y cuestionar si sus acciones están sirviendo al interés de la patria o si, por el contrario, están jugando en el rincón de lo personal.
La urgencia de unir fuerzas no puede ser más evidente. Las encuestas que surgen en el camino no deben ser vistas como un simple tablero de ajedrez, sino como una invitación a evaluar cómo se percibe su capacidad de acción ante la ciudadanía. Un mensaje de unidad, tolerancia y cooperación es no solo necesario, sino imperativo. Deben recordar que nuestra fuerza radica en la unión, no en la fragmentación .
Los riesgos son enormes: el MAS no ha desaparecido; su estructura se sostiene, alimentada por una cultura de odio, desinstitucionalización, miseria e impunidad, y el ejemplo dejado por Venezuela es preocupante. Ya no se trata solo de combatir por un puesto en el gobierno; se trata de salvaguardar la democracia y la dignidad de nuestro país. Nos enfrentamos a un adversario que no se detendrá ante nada para mantener su poder. Así que, ¿qué mensaje quieren enviar al pueblo?
Es momento de abrir los ojos y actuar con la seriedad que la situación merece. La lucha por un futuro mejor en Bolivia no puede darse entre gritos y reproches. Deben transmitir un mensaje de esperanza que resuene en los corazones de nuestra población, un mensaje que demuestre que son capaces de dejar atrás las luchas internas y presentarse ante el país como un solo frente, dispuesto a enfrentar la adversidad.
No subestimen la importancia de este momento. La responsabilidad que tienen ante el país es enorme. La historia juzgará sus acciones y decisiones.
Hagan de esta crisis una oportunidad de crecimiento. Reflexionen sobre lo que realmente está en juego y actúen con integridad y valentía. El futuro de Bolivia depende de su capacidad de unirnos y trabajar en conjunto por un objetivo común.
Es el momento de cambiar la narrativa. La callada ambición personal debe ceder ante la poderosa necesidad de una Bolivia renovada. Solo así pueden responder al llamado de nuestro pueblo y construir un futuro en el que todos podamos vivir con dignidad y honor. La unión es no solo una necesidad, sino una responsabilidad que ustedes y todos los bolivianos debemos asumir juntos.
¡UNIDOS POR BOLIVIA, JUNTOS HACIA LA VICTORIA!