Cochabamba, 8 de mayo de 2025.- Una de las cinco trabajadoras municipales que fueron humilladas y brutalmente golpeadas por bloqueadores de Colcapirhua estaba embarazada, y se teme que la violencia sufrida el 5 de mayo haya afectado gravemente la gestación. La mujer de 38 años, que llevaba mucho tiempo intentando tener un hijo con su esposo sin lograrlo, fue víctima de una agresión extrema mientras cumplía órdenes de presentarse en Colcapirhua.
Ese día, aún no sabía que estaba embarazada. Había intentado muchas veces quedar en gestación, pese a que los médicos le advirtieron sobre la presencia de quistes que dificultaban su sueño. Durante el ataque —donde recibió puñetes, patadas, golpes con fierros, le cortaron el cabello y fue amenazada de muerte— ella y sus compañeras fueron rescatadas por la Policía y trasladadas al hospital Benigno Sánchez, donde recibieron atención de emergencia.
Posteriormente, fue llevada al hospital del Norte, donde le realizaron rayos X, ecografía abdominal y una tomografía para descartar lesiones internas. Los médicos detectaron el embarazo, pero no se lo comunicaron en ese momento,no entienden el notivo. Más tarde la llevaron ñ al Instituto de Investigaciones Forenses (IDIF), donde una médica forense le hizo el comentario que estaba embarazada, tomándola por sorpresa.
Incrédula, compartió la noticia con su esposo y hoy acudieron a un médico particular, quien mediante una ecografía doppler confirmó la gestación de siete semanas, pero lamentablemente no detectó latidos cardíacos ni movimientos del embrión. Aunque aún no se ha confirmado clínicamente el fallecimiento, los signos son preocupantes, y los médicos han recomendado la posibilidad de un legrado en los próximos días, de confirmarse la ausencia de actividad fetal.
Desconsolados, los esposos acudieron a los abogados del Observatorio de Justicia de la Fundación Voces Libres. La coordinadora nacional y abogada Mercedes Cortez comprometió el respaldo legal gratuito y apoyo integral para la víctima.
La presidenta del Concejo Municipal, Marilyn Rivera, gestionó su internación en el hospital Cochabamba, donde se le realizará una evaluación completa y, de ser necesario, el procedimiento médico correspondiente.
“Este caso nos ha conmovido profundamente. Más allá de la violencia simbólica y física sufrida, ahora esta mujer enfrenta la posibilidad de haber perdido a su primer bebé, aquel que esperaron con tanto anhelo. Desde el Observatorio, exigiremos que se investigue con transparencia y que los responsables, tanto materiales como intelectuales, sean sancionados como corresponde”, afirmó Cortez.