Por Mauricio Fuentelsaz Oviedo, abogado y analista
Cuando asumió Luis Arce Catacora la Presidencia del Estado Plurinacional de Bolivia, y ante las primeras escaramuzas de pulseta entre Evo Morales, que no quería perder el poder, y Arce, que empezó a desobedecer y ejercer el poder él solo, ignorando a su exjefe, todos los que queremos ver al MAS afuera comenzamos a tener esperanzas de que entre ellos se terminen extinguiendo y faciliten su caída. Al principio había escepticismo; se pensaba que la pulseta pasaría, que era una cortina de humo, que en cualquier momento llegaría el abrazo y otras conjeturas más. Pasó el tiempo, y empezó a hablarse del ala Evista y el ala Arcista. La pelea pasó de castaño a oscuro, las acusaciones entre estos dos bandos fueron subiendo de tono y se acusaron de corrupción, narcotráfico, pedofilia, pederastia, manipulación de la justicia y la crisis económica, entre muchos otros. Este fuego cruzado se convirtió en el pan de cada día. Sin lugar a dudas, esta confrontación encarnizada entre ambas facciones facilita la salida del MAS del gobierno.
La oposición, en vez de apretar el acelerador y dedicarse a conquistar al electorado, faltos de razonabilidad, empezaron a copiar la autodestrucción del MAS. Al parecer, pretenden hacer lo mismo, es decir, autodestruir la oposición. Se anuncia la candidatura de Tuto Quiroga, y al día siguiente se anuncia el acuerdo entre Tuto Quiroga, Samuel Doria Medina, Carlos Mesa y Luis Fernando Camacho. Y no fue más, para que los otros de la oposición empiecen a darles duro, acusándolos de dinosaurios y de serviles al gobierno del MAS. Branko les dice que mientras él peleaba en Sucre, los otros estaban ayudando a Evo a escaparse. Manfred, por su parte, hace lo propio (aunque a él no se lo considera de la oposición, y sería entendible su ataque, si no es así, ¡únase!). Los agrupados (Tuto, Mesa, Samuel y Camacho) van con todo, desvirtuando los ataques y, de paso, contraatacan. El tema es que cada día que pasa, las peleas entre la oposición están más candentes, y me imagino que la llama seguirá creciendo a medida que nos acerquemos a las elecciones.
¿Será que estos señores de la oposición quieren de verdad sacar al MAS del gobierno? Estos señores, que se creen los grandes intelectuales y que profesan tener la solución para reencaminar al país de la tremenda crisis económica, jurídica y social que vivimos, no tienen dos dedos de frente y no se dan cuenta de que están siguiendo al pie de la letra la receta autodestructiva de Evo y Arce. ¿Por qué traban la posibilidad de retomar la democracia en el país? ¿Quieren que suceda lo mismo que con Jeanine Áñez, que después de una batalla cívica ciudadana se logró sacar al MAS del gobierno y, por la angurria de poder de su gobierno, nuevamente se facilitó el retorno del MAS? ¿Por qué no se dedican los opositores, en forma conjunta o separada, al final como quieran, a conquistar al electorado con propuestas sólidas para sacar a Bolivia de la crisis en la que nos encontramos y, sobre todo, para recuperar la democracia e institucionalidad y dejan de agredirse? Alguna vez no piensen en ustedes, dejen de lado sus egos y miserias; ¡PIENSEN, RAZONEN Y DEJEN DE VER SU OMBLIGO! Ustedes no son Bolivia; Bolivia tiene más de 11 millones de ciudadanos. ¡NO JODAN AL PAÍS! ¡DEMUESTREN QUE QUIEREN DERROTAR AL MAS Y QUE NO SON SERVILES A ELLOS! ¡EN SUS MANOS ESTÁ HACER HISTORIA, RECUPERAR LA REPÚBLICA Y CAMBIAR EL RUMBO DEL PAÍS! ¡CUIDADO TERMINEN COMO LOS MÁS GRANDES TRAIDORES DE LA PATRIA!