Miércoles, 12 de noviembre de 2025 a las 06:58

El Gobierno de Rodrigo Paz busca reforzar la lucha contra el narcotráfico con apoyo internacional. El subsecretario de Estado de EEUU estuvo en el país para el cambio de gobierno y se mostró abierto a cooperar con Bolivia en materia de seguridad
La Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés) volverá a operar en Bolivia después de 16 años. El ministro de Gobierno, Marco Antonio Oviedo, anunció que el país retomará la cooperación con agencias internacionales para enfrentar los delitos transnacionales, en especial el narcotráfico, el terrorismo y la trata.
“Vamos a contar con la colaboración de varias agencias y de varios países que nos ayuden en la lucha contra delitos transnacionales y graves, entre ellos, obviamente, está la DEA”, declaró Oviedo luego de la posesión de sus viceministros, entre ellos Ernesto Justiniano, quien asume nuevamente la cartera de Defensa Social y Sustancias Controladas.
La agencia estadounidense fue expulsada en 2008 por el entonces presidente Evo Morales, que la acusó de conspiración y sedición. El cierre de operaciones se concretó en 2009, tras una ruptura diplomática con Washington
Justiniano, a su turno, confirmó que se reanudarán los contactos formales con la DEA “para coordinar esfuerzos en la lucha contra los narcóticos”. “Probablemente ya el fin de semana esté viajando a un país limítrofe para trabajar el tema de la coordinación en la lucha contra los narcóticos en Bolivia”, adelantó el viceministro.
Más temprano, el ministro Oviedo fue reconocido oficialmente por la Policía Boliviana. Aseguró que su gestión marcará un cambio respecto a los años anteriores. “Se ha utilizado a la Policía con fines políticos y con ideologías a jenas al ser boliviano. Vamos a respetar la institucionalidad y la meritocracia”, afirmó.
Según explicó, el país enfrenta una etapa de reconstrucción institucional después de “20 años de populismo autoritario” y de un aumento del crimen organizado.
El ministro denunció además que al asumir su despacho no encontró documentación ni equipos en las oficinas. “No hay una computadora en mi escritorio, no tengo datos, no podía comunicarme ni con la secretaria”, dijo, apuntando a la falta de transición administrativa anterior.
Justiniano, que ya había ocupado el mismo cargo entre 2002 y 2003, señaló que la lucha contra las drogas “será realista, transparente y sin ideologías”. “El productor legal de hoja de coca será nuestro aliado. El enemigo es el narcotráfico, no el campesino que vive de su producción tradicional”, subrayó a los medios.
El nuevo plan de acción contempla la cooperación técnica, el intercambio de información y la capacitación conjunta con agencias extranjeras, además de un diagnóstico actualizado sobre la capacidad de producción de drogas en el país. “Requerimos datos estadísticos confiables para definir planes y resultados. La lucha antidroga no puede basarse en percepciones”, apostilló.
El retorno de la DEA se produce en un contexto de recrudecimiento de la violencia y de operaciones del crimen organizado en varias regiones del país, con un aumento de casos de sicariato y tráfico de drogas. Fuentes de la nueva administración señalan que el objetivo es “reconstruir la confianza internacional” y recuperar capacidades técnicas que se perdieron tras la expulsión de la agencia.
“No tenemos por qué aislarnos ni estigmatizar la cooperación. La lucha contra el narcotráfico es global y exige alianzas serias”, sostuvo Oviedo a los periodistas.
El lunes, en una conferencia con medios de la región, el subsecretario de Estado de EEUU, Christopher Landau dijo que su país estaba lista para cooperar.
Fuente: El Deber
