Cochabamba, 11 de septiembre, 2025.- Los testimonios son aterradores, padres de familia y adolescentes pierden el miedo y denuncian al párroco de Pojo.
“Mi hija me avisó que el padre les tocaba, pero yo tenía miedo de denunciar, quien nos iba a creer y hasta nos podían quemar”, dijo la mamá de una víctima.
Está madre en medio de llanto hizo la denuncia y dice estar arrepentida por no haber denunciado antes.
El sacerdote Antonio Flores Villarroel, párroco de la iglesia de Pojo, en el Cono Sur, y profesor en un colegio. Trabajaba hace 15 años en ese lugar.
El caso se destapa luego que otros padres de familia denunciaron que su hijo de 16 años despareció tras denunciar que fue violado por este religioso. El menor fue encontrado y ahora se encuentra bajo protección de la Defensoría municipal.
Otro caso, un joven de 19 años denunció que fue agredido sexualmente cuando era menor y que sus padres no creyeron en él cuando les contó lo que sucedía.
El agresor esta detenido en la carceleta de Arani y se anuncia su imputación por los delitos de abuso de menores, violación de niña, niño y adolescente y corrupción de menores, según informó una autoridad de Pojo.
La Fiscalía investiga el caso e investiga si hay más víctimas.