El ciudadano decidió que Rodrigo Paz Pereira, del Partido Demócrata Cristiano, PDC, y Jorge Quiroga Ramírez, de Alianza Libre, disputen la Presidencia de la República, en la segunda vuelta, tal como manda el art. 166. par. II. de la Constitución Política del Estado, acto electoral que se cumplirá el domingo 19 de octubre, según el calendario aprobado por el Tribunal Supremo Electoral.
Pero, quedó claro que el 17 de agosto, se eligió a 36 senadores y 130 diputados titulares y sus respectivos suplentes, quienes tomarán posesión de sus cargos en la primera semana de noviembre para el período legislativo 2025-2030. En ambas cámaras, el PDC tiene el mayor número de parlamentarios, pero no le alcanza para una mayoría relativa o absoluta, lo que le obligará hacer pactos democráticos con las alianzas que han obtenido representación en ambas instancias legislativas.
Con el 99.9% de actas escrutadas, el PDC logra el 32.07%, 1.716.584 votos de la preferencia ciudadana y Libre el 26.70%, es decir 1.429.113 votos, y con esa diferencia de cinco y pico de puntos porcentuales, Paz Pereira podría agregar un importante número de votos en la segunda vuelta prevista para el domingo 19 de octubre, -a pesar de las desacertadas como impropias intervenciones de su acompañante, el ex capitán de Policía, Edman Lara Montaño-, sin embargo, Quiroga Ramírez y su acompañante Velasco creen cándidamente que los toros son tricromáticos y ven solo los colores blanco, rojo y azul, cuando, en realidad, a la luz de los resultados, los vacunos de los que nos alimentamos, tienen la visión dicromática y solo pueden distinguir dos colores.
Con esos resultados, queda claro que los analistas políticos que han pululado por los medios de comunicación y los estrategas políticos, se equivocaron respecto a las posibilidades de los candidatos, porque ninguno se refirió ni vio la unión de los votos indecisos, ocultos y los que iban a beneficiar a Jaime Dunn, pues, a la luz de los datos oficiales, esos votos se distribuyeron entre Andrónico Rodríguez, 8.51%; Eduardo del Castillo, 3.17% y nulos de Evo Morales un 19.84%, sumando 31.52%, ese es el voto duro del Movimiento Al Socialismo, aclarando en este último caso, que el voto nulo/promedio de las últimas nueve elecciones generales, no supera el 5%.
Entonces, el voto que migró a favor del PDC y de la centroizquierda de Rodrigo Paz Pereira, no ha sido del MAS, ha sido de un importante porcentaje de la clase media tradicional y emergente, así como de quienes abominan la soberbia, la exclusión, la discriminación, ineficiencia e inutilidad que representan Jorge Quiroga, Juan Pablo Velasco, Branko Marinkovic, Samuel Doria Medina, Vicente Cuéllar, Luis Fernando Camacho, Mariana Prado, Eduardo del Castillo, a los que debe sumarse el voto bronca contra las decisiones personalistas de la fracasada unidad opositora, incluido los disidentes de la rota y descalabrada revolución democrática y cultural que Evo Morales y Luis Arce la dinamitaron con ayuda de sus afines.
Quiroga Ramírez, para la campaña en segunda vuelta, debería instruir a sus guerreros digitales ultraderechistas, que cesen la guerra sucia en contra de Rodrigo Paz, que se constituyó en la mayor sorpresa electoral en 43 años de democracia ininterrumpida, cuyo programa de gobierno, enfatiza, esencialmente, en la justicia social, la igualdad, la protección de los derechos humanos y la intervención estatal moderada en la economía.