LAS ENCUESTAS DE VICEPRESIDENTES Y EL GRITO CONTRA LA CORRUPCIÓN

Por: Mauricio Fuentelsaz Oviedo

Red Uno lanzó su segunda encuesta el 29 de junio de 2025, realizada por Captura Consulting, y esta vez acertaron al poner el foco en los vicepresidentes. Sí, los vicepresidentes, esos que suelen quedar en segundo plano, pero que ahora nos muestran lo que el pueblo boliviano quiere y pide a GRITOS. Estas encuestas no son solo números; son la voz de un país harto, y los resultados nos dan una pista clara de lo que realmente mueve al electorado en estas elecciones nacionales de 2025.

Los números son estos: Edman Lara 22,8%, Juan Carlos Medrano 13%, José Luis Lupo 9,5%, Jorge Richter 5,2%, Mariana Prado 4,3%, Juan Pablo Velasco 4,0%, Milan Medina 1,9% y Edgar Uriona 1,4%.

Confieso que me equivoqué y mucho. Estaba convencido de que José Luis Lupo, con su trayectoria impecable, su experiencia en política y sus cargos en organismos multilaterales, era el candidato ideal para la vicepresidencia. Pero esta encuesta me dislocó: en Bolivia, los títulos y los currículums brillantes no siempre son lo que la gente valora. Lo que el electorado quiere, y lo grita con todas sus fuerzas, es combatir la corrupción. ¡Y ahí es donde Edman Lara y Juan Carlos Medrano se llevan los aplausos!

Edman Lara, un ex policía que llegó a capitán, lidera con 22,8%. ¿Por qué? Porque se jugó la carrera denunciando la corrupción dentro de la policía, al punto que lo sacaron por meterse con los poderosos. No es el típico político de traje caro; es un luchador que conoce el precio de enfrentar a los corruptos. Lo mismo pasa con Juan Carlos Medrano, segundo con 13%, un concejal de Santa Cruz que se ha ganado el respeto fiscalizando y destapando irregularidades en la alcaldía. Estos dos no son los “ilustrados” de siempre, pero conectan con la gente porque representan la rabia de un pueblo que ya no aguanta más. Su popularidad no es casual: en un país donde la corrupción ha roto la confianza en las instituciones, desde los juzgados hasta los ministerios, la gente busca figuras que no pertenezcan al club de los políticos tradicionales, que se enfrenten al sistema y digan las cosas como son.

La corrupción en Bolivia no es solo un problema, es una herida que sangra familias, comunidades y sueños. Esta encuesta es un mensaje claro para los candidatos: la gente no solo quiere planes económicos para salir del hoyo, quiere que se acabe con los corruptos. Pero no con promesas vacías ni eslóganes de campaña. Queremos propuestas concretas. ¿Cómo van a recuperar los millones desviados por la corrupción en los 20 años de masismo? No basta con decir “la justicia será independiente” o “desde el primer día cambiaremos todo”. ¿Cómo? ¿Qué harán para que los jueces no se vendan al mejor postor? ¿Cómo meterán a la cárcel a los corruptos de cuello blanco, los testaferros y los avasalladores que se han enriquecido a costa del pueblo?

Seamos francos: en un país donde la corrupción lo ha impregnado todo, el corrupto sabe que con plata se arregla todo. Se coimea, se compran influencias, se apañan campañas a cambio de favores, desde diputados hasta ministros. La desconfianza es tan grande que muchos ya no creen en las instituciones; cada escándalo es un clavo más en el ataúd de la esperanza. Por eso, los candidatos deben escuchar este grito y tomárselo en serio. No queremos más frases como “se farrearon los recursos” o “dilapidaron las Reservas Internacionales”. Esos eslóganes ya aburren. Queremos compromisos reales: una unidad anticorrupción independiente, con expertos intachables; procesos públicos digitalizados para que cada peso gastado sea traceable; una reforma judicial que ponga la moral y la capacidad por encima de los compadrazgos.

La encuesta de vicepresidentes nos lo grita: el pueblo está harto y quiere justicia. Edman Lara y Juan Carlos Medrano no tienen los títulos rimbombantes de Lupo, pero encarnan la lucha que Bolivia necesita. Personalmente, seré el primero en alzar la voz y exigir que los corruptos que han hecho tanto daño al país y a nuestras familias paguen por sus actos. Como dijo Nelson Mandela, “la corrupción no solo roba recursos, sino que destruye la confianza en las instituciones y el futuro de un pueblo”. Candidatos, escuchen: no más discursos, ¡los bolivianos quieren propuestas creíbles y efectivas! El pueblo no solo lo pide, lo exige, y no se cansará hasta verlo hecho realidad. Estamos a 47 días de las elecciones, tienen tiempo para convencernos sobre la lucha contra la corrupción ¡HÁGANLO!

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