La Paz, 16 de mayo de 2025.- Seguidores del expresidente Evo Morales avanzan hacia el Tribunal Supremo Electoral (TSE) en La Paz, exigiendo la inscripción de su candidatura presidencial para las elecciones de 2025, pese a su inhabilitación por el Tribunal Constitucional.
La marcha, que inició en Parotani, Cochabamba, y recorrió El Alto antes de llegar a la sede de gobierno, generó un ambiente de máxima tensión en la ciudad. En este contexto, el vocal del TSE, Francisco Vargas, exhortó a garantizar el libre tránsito de los delegados electorales para cumplir con sus funciones, ante el fuerte operativo policial desplegado en las inmediaciones del TSE para resguardar la institución.
La concentración, liderada por sectores del Pacto de Unidad y el ala evista, partió desde la avenida 6 de marzo en El Alto y se dirigió hacia la plaza Abaroa, cercana al TSE. Los manifestantes denunciaron bloqueos policiales y restricciones a la prensa, que, según reportes, fue impedida de cubrir plenamente la marcha. Líderes sociales reafirmaron su respaldo a Morales, acusando al gobierno de Luis Arce de usar maniobras judiciales para excluirlo de la contienda electoral.
ALCALDIA CIERRA PLAZA AVAROA
La Alcaldía de La Paz, por su parte, cerró la plaza Abaroa argumentando labores de fumigación y desratización, lo que incrementó las sospechas de los movilizados.
El despliegue policial, que incluyó el resguardo de instituciones clave como el TSE, fue descrito como una medida preventiva ante la llegada de la caravana evista. Sin embargo, los manifestantes insistieron en que su moviñlización era pacífica y exigieron una respuesta del TSE sobre la candidatura de Morales. La situación refleja la profunda polarización política en Bolivia, agravada por la crisis económica y la cercanía de las elecciones del 4 de mayo de 2025. El vocal Vargas subrayó la importancia de no obstaculizar el trabajo electoral, en un intento de calmar las tensiones y garantizar el funcionamiento del organismo electoral.
Este episodio marca un punto crítico en la crisis política boliviana, con los sectores afines a Morales prometiendo mantener la presión en las calles. La comunidad internacional observa con atención, mientras el gobierno enfrenta el desafío de equilibrar el orden público y el derecho a la protesta. La resolución de este conflicto será determinante para el desarrollo del proceso electoral y la estabilidad del país en los próximos meses, en un contexto de creciente malestar social y económico.