Tras la muerte del papa Francisco el pasado 21 de abril, la Iglesia Católica ha entrado en un periodo de «Sede Vacante», durante el cual se especula sobre los posibles candidatos para suceder al sumo pontífice. Uno de los favoritos es el cardenal Robert Sarah, un africano de 79 años que representa la visión más tradicional y conservadora del catolicismo.
Con una larga trayectoria en la Iglesia, Sarah ha sido prefecto de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos hasta 2021. Ha luchado contra las dictaduras africanas y ha defendido la doctrina y la disciplina de la Iglesia. En sus escritos, ha denunciado la «colonización cultural» de Occidente y ha apoyado a los países del sur del mundo en sus problemas sociales.
Sarah es conocido por sus posiciones conservadoras, como su oposición a las bendiciones a parejas homosexuales y su crítica a la «nueva cultura unisex» que, según él, amenaza a la familia. Su candidatura podría marcar un antes y un después en la Iglesia Católica, ya que sería el primer Papa negro de la historia. Sin embargo, su edad podría ser un obstáculo en su camino al papado.
