Por Henry Gonzalo Rico García, abogado y docente en la UMSS

Si bien muchos aprueban la alianza del bloque de unidad entre dos ex presidentes por sucesión constitucional con representantes de partidos y agrupaciones políticas, la realidad pone en evidencia que varios de ellos han sido, desde el año 2000, útiles a Evo Morales y al MAS para que lleguen al poder y gobiernen entre 2006-2009, 2010-2014 y 2015-2019, así como del gobierno de Jeanine Añez 2019-2020 que se esforzaron para que el MAS retorne al gobierno el 2020.
Según ellos, es lo que el país necesita para recuperar Bolivia. Sin embargo, el accionar de todos ellos genera más dudas que certezas, enfrascándose en el vilipendio contra del Alcalde del Cochabamba.
Es innegable la trayectoria de Manfred Reyes Villa en Cochabamba y en la política boliviana y su gestión como Prefecto y jefe edil deja un legado tangible de desarrollo que marca una diferencia notable en gestión pública, y eso lo convierte en blanco de ataques políticos y maniobras de desprestigio, similares a las que sufrió el año 2002 cuando se le arrebató, mediante una guerra sucia, la posibilidad de alcanzar la Presidencia de Bolivia.
Algunos reporteros, periodistas, políticos, opinadores y analistas intentan cuestionar la legitimidad y la firmeza que tiene Reyes Villa como líder político. Resulta evidente que los procesos legales y las controversias que se han levantado contra él, no son más que pertrechos utilizados por quienes conforman el autodenominado bloque de unidad, en consonancia con el MAS y con Evo Morales, con la única finalidad de debilitar su influencia. Resulta significativo machacar que muchas de las denuncias han sido rechazadas, desestimadas o anuladas por la falta de pruebas contundentes contra su gestión con resultados.
Pero lo que no logran destacar es que, pese a estos constantes ataques, Reyes Villa mantiene un apoyo sólido de la población. Su retorno del exilio en enero de 2020 marcó un resurgimiento político que, lejos de ser una estrategia calculada, refleja el deseo de un pueblo que recuerda las obras y el progreso alcanzado bajo su liderazgo. Su victoria en las elecciones municipales del mes de marzo de 2021, lograda a pesar de los intentos de inhabilitación, es prueba de su conexión genuina con el ciudadano/elector, privilegio que no tienen los integrantes de la pensada unidad ni otros.
Los señalamientos de que Reyes Villa podría ser una figura que favorece al oficialismo o que busca dividir a los infrascritos del bloque, no solo que carecen de fundamentos sólidos, sino que son parte de una narrativa diseñada para pretender deslegitimarlo. Su posición firme contra Evo Morales y su diferenciación valiosa respecto a ellos y a otros, reflejan, más bien, una postura política madura que busca construir una opción de oposición seria y viable para el país.
En un contexto político tan polarizado, Manfred Reyes Villa es una figura que inspira admiración y temor en sus adversarios, sean del bloque de unidad, del MAS o de los demás. Su trayectoria, lejos de ser ensombrecida, se fortalece con cada obstáculo superado, consolidándose como un líder con visión y compromiso con Bolivia y con su gente, y si gana la Presidencia, les puedo asegurar que será para garantizar derechos no para proteger sentimientos.
*El autor es docente en la UMSS y Abogado.