MANFRED Y LA SOBERBIA ELECTORAL

Por: Mauricio Fuentelsaz Oviedo

En plena carrera para las elecciones presidenciales del 2025, los candidatos van adelantando la forma de su campaña, imagen, discurso y otros aspectos. La campaña electoral está cargada de optimismo por parte de todos los contendientes, pero hay quienes resaltan más por la forma soberbia de encarar su campaña. No es uno solo, suelen ser varios, pero hoy nos ocuparemos de Manfred Reyes Villa.

Manfred Reyes Villa sustenta su campaña en sus cuatro periodos consecutivos como burgomaestre (1993-2000) y en la actual gestión iniciada en el 2021, además de su breve paso como gobernador de Cochabamba entre los años 2006 y 2008. 

Manfred ha sido buen alcalde, no se puede negar: ha embellecido la ciudad, se tiene una ciudad limpia, con jardines muy bien cuidados; se ha digitalizado en algo los trámites administrativos, entre otras cosas más que no se le pueden negar. Sin embargo, ejercer la presidencia de un país requiere mucho más que plantar arbolitos, cambiar aceras, poner semáforos parlantes. Todo esto, más allá de ser plausible, no es suficiente para ser presidente, se requiere algo más que ser un buen decorador de interiores.

Para ser presidente se necesita un plan de gobierno sólido, tener los pantalones bien puestos para enfrentar los bloqueos, algo que Manfred no tiene, porque cuando el movimiento cívico del año 2007 se gestó en su defensa como gobernador, los cochabambinos se enfrentaban con los movimientos sociales del MAS, lo que incluso derivó en la penosa muerte de Christian Urresti Ferrel. En ese momento, Manfred huyó a la ciudad de Santa Cruz, para luego irse a EEUU. ¿O no?

Se necesita brindar seguridad en lo jurídico y económico, además de contar con planes de acción inmediatos para frenar la inflación y recomponer la economía. Contar con sólidas relaciones internacionales, conocer el país. Sin embargo, nada de eso se conoce: no se sabe cómo lo hará. Solo se conocen los titulares: «Bolivia será rica», «Sé hacer gestión», «Solo yo puedo sacar a Bolivia adelante», «Sé cómo hacerlo», etc.

Pero lo peor es la soberbia de rechazar toda alianza, porque dice demagógicamente que su alianza es con el pueblo. Tilda la alianza de Tuto, Camacho, Mesa y Samuel como «los de siempre», pero se olvida de que él está igual que los demás en la lucha presidencial desde hace años. Manfred no da una buena lectura de que el pueblo pide unión en la oposición, o quizás no quiere darla por los supuestos compromisos asumidos con el ala Arcista. Él dice que no, pero: ¿será que, si no hubiese sido alcalde y posible presidenciable, le habrían perdonado sus 12 juicios? Los favores políticos tienen un precio, y al parecer Manfred los está pagando, porque solo salen elogios hacia Arce; incluso ha resaltado su plan económico.

Sr. Reyes Villa, no sea soberbio, no se sienta presidente, aun cuando cuente con el apoyo del oficialismo. Sea responsable; Bolivia está a tiro de muerte. Se necesita con urgencia sacarla de la UTI. Recapacite, deje su ego, piense en una alianza con sus pares, usted lo necesita y el país lo pide. La soberbia enceguece y no es buena consejera. 

“La soberbia nunca baja de donde sube, pero siempre cae de donde subió”. (Francisco de Quevedo)

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